El anime nació en Japón, por lo que es imposible no reconocer su característica animación en cualquier lado, sin embargo, otros países han decido imitarlo. A continuación te presentamos 6 «animes» que no son japoneses y que tal vez no te diste cuenta:
El Club Winx (Italia)
Tiene un toque del género chicas mágicas, pero fue creado por los estudios Rainbow, en Italia. La historia se centra en la magia y los romances. Los diseños son muy parecidos a los anime, como enormes ojos, cuerpos delgados y colores radiantes.
Turma da Mônica Jovem (Brasil)
Es una de las tiras icónicas de la historia brasileira, su diseño original es más de la historieta clásica, la serie animada nos recuerda bastante al estilo anime, aunque con sus toques más occidentales.
The Boondocks (Estados Unidos)
Es otra animación que pasa de las tiras a la televisión, el estilo es típicamente seinen, con un humor negro y de crítica social. Si lo ves por primera vez, seguro ni sospechaste que no se trataba de un anime.
Wakfu, la série (Francia)
Es una franquicia que pertenece a Ankama, una empresa que abarca manga, animación y contenido web, enfocado en el universo ficticio que comprende su dos mayores videojuegos, Dofus y Wakfu. Con todo esto es casi imposible de creer que no es un anime japonés, pero sí que parece…
(Igualmente cabe recalcar que Francia es el país occidental donde el anime ha tenido más crecimiento y aceptación. Aunque es debatible considerarlo un manga o no, Radiant (radiante en francés) fue creado en Francia.)
Avatar: The Last Airbender (Estados Unidos)
Es por su ambientación, temática y estilo artístico de animación que más se asemeja a una obra creada en Japón. Sin embargo, se nota el humor y genio estadounidense a diferencia del japonés.
Wo Jiao Bai Xiaofei (China)
Es prácticamente un anime de magia y acción, pero lo cierto es que fue creado en China. Como sabemos en este país la producción de anime crece cada día más, y es muy probable que algún día produzcan más animes que los japoneses. La cuestión será la calidad de contenido.
